En los últimos años se ha incrementado el consumo de estas sustancias entre los jóvenes, convirtiéndose en una situación habitual.
Uno de cada tres jóvenes españoles de entre 14 y 18 años se ha emborrachado en los últimos 30 días y más de la mitad de ellos lo han hecho en los últimos 12 meses. Estos datos aumentan con el paso del tiempo. El problema actual es el consumo de drogas tan temprano que tienen los jóvenes. Los datos extraídos de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, así lo revelan.
Manuel Martín, trabajador social, es uno de los educadores de ACLAD. Él es el encargado de visitar institutos y realizar talleres y charlas con el actual programa “botellón”. Manuel admite que “es verdaderamente difícil concienciar a la gente joven de que no beba alcohol, si ve a su padre en la comida con un vaso de vino, y por la tarde le dice a su hijo que tenga cuidado y que no beba”. Dicha situación se produce diariamente en la mayoría de los hogares españoles, algo totalmente normal pero con una peculiar característica, no puedes decir a un niño de 14 años que no ingiera alcohol si está viendo a su padre beberlo y ve que no ocurre nada malo.
Otras de las cuestiones que manifestaba Manuel Martín es que para llegar a los jóvenes necesitas estar en contacto con ellos, utilizar su mismo lenguaje, ser cercanos, que vean que eres joven y que estás implicado con ellos y con las situaciones que diariamente viven. “si no cumples estos requisitos, no tienes nada que hacer porque tus palabras no habrán servido para nada”. La percepción de los riesgos del consumo de alcohol no es suficientemente sólida como para contribuir a reducir su consumo, y mucho menos para llegar a prohibirlo. El alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva cuyo consumo está más extendido en la juventud, con la agravante de que son consumos de tipo intensivo como por ejemplo borracheras o intoxicaciones etílicas. Durante el fin de semana son estos tipos de consumo los más habituales. El tradicional botellón que viene a referirse al consumo en atracón de alcohol, se denomina ahora binge drinking, un nuevo termino que en concreto sigue expresando lo mismo, beber en gran cantidad y sin moderación y ningún tipo de control.
Cabe destacar que las prevalencias de borracheras son ligeramente mayores en chicas que en chicos. El alcohol afecta más a las mujeres que a los varones debido a que tienen un metabolismo distinto.
Policonsumo.
La forma de ocio juvenil ha variado mucho en los últimos tiempos. El problema no está sólo en el consumo del alcohol, sino que ahora se ha convertido en un policonsumo, esto quiere decir que además de ingerir alcohol lo combinan con sustancias estupefacientes. Otro dato importante es que este consumo no se reduce única y exclusivamente al fin de semana, sino que ahora ya es una costumbre. Estas costumbres son las que educadores de la asociación ACLAD intentan corregir en sus charlas y talleres. Manuel Martin explica “no es sólo el taller el que va ayudar a paliar este problema, sino la familia, el entorno y la televisión ayudan también en gran medida”. El 92.9% de las urgencias pediátricas entre menores de 12 y 17 años atendidos por intoxicación habían consumido alcohol, de ellos un 10% además consumió drogas ilegales.
Además existe una confusión respecto al alcohol ya que físicamente es una de las drogas más potentes, de la más peligrosa y al cabo del tiempo la más cara. Junto con la heroína son las drogas más destructoras y depresoras. Actualmente además del alcohol nos encontramos con las llamadas nuevas drogas. Para muchas personas, mayoritariamente jóvenes, ya no sólo bastan las típicas drogas como el alcohol, el cannabis o la cocaína, que las pueden encontrar libremente por las discotecas los fines de semana. Éstas se han quedado anticuadas. Ahora lo que les llama la atención es la novedad, y si hay algo que no ha faltado nunca en el mundo de las drogas es la imaginación. El hecho de hablar de nuevas drogas conlleva a decir que no es del todo cierto puesto que estas drogas no son realmente nuevas, “en el mundo de las drogas está todo inventado” aclaraba un trabajador social de ACLAD. Simplemente se ha modificado las sustancias añadiendo alguna distinta, y a través de esa modificación surgen nuevos efectos. Drogas naturales como el estramonio (ahora puesto muy de moda), caracterizada por tener un efecto de deseo sexual. Con el paso del tiempo podrían generar distorsiones respecto al sexo. Los monguis, setas alucinógenas son sustancias que siempre han existido pero ahora son más conocidas que nunca. España no tiene un gran potencial de estas nuevas drogas, pero son importadas por otros países. La población elige la droga que quiere y si además está a buen precio, todavía mejor.
La crisis afecta a todos los sectores y éste tampoco se libra de ella. Por esta causa son muchos las personas que cultivan sus propias plantas, para consumo personal o incluso para su propia venta. Se están llegando a producir incluso anfetaminas. Manuel Martín puntualizaba “simplemente con tener alguna noción de farmacia se podría llevar a cabo la elaboración de estas sustancias”. El consumo de las denominadas drogas de “ricos” como pueden ser la heroína y la cocaína también han descendido. Respecto al resto de las drogas el consumo se ha mantenido igual, incluso se ha incrementado en los últimos tiempos.
Consumo, adicción y rehabilitación
En la mayoría de las ocasiones la rehabilitación de las drogas es un camino de ida y vuelta. Los drogodependientes hacen su terapia de desintoxicación, vuelven a estar en contacto con el día a día, a las presiones y los conflictos de la vida y a la primera crisis recurren a las viejas "soluciones". Por lo tanto un alcohólico es alcohólico siempre, y un drogodependiente será siempre un drogodependiente, porque en cualquier momento pueden sufrir una recaída. Desde ACLAD piden a las familias que den el paso y que ayuden a sus familiares con problemas para que el proceso de rehabilitación sea más fácil entre todos, cuanto antes se encuentre el problema y se tomen medidas para solucionarlo, antes se recuperará de esta adicción.
Texto y fotografía: Natalia Lozano
@Natalilozano
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