La cámara y el rifle, armas confrontadas

Hace un mes tuve la oportunidad de vivir una experiencia increíble y de la que he podido aprender algo que quiero compartir hoy con ustedes. Varios compañeros de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) fuimos invitados a asistir a un ensayo militar llevado a cabo por la Academia de Caballería de Valladolid (ACAB). Cientos de estudiantes sobre el campo de batalla (de la ACAB y de la UEMC), mano a mano, armados hasta los dientes pero dejando la munición a un lado. Al fin y al cabo era un ensayo militar para ellos y periodístico para nosotros.

Cámara al hombro, unos, rifle a la espalda, otros, chaleco antibalas, casco, botas, etc. y arrancan las maniobras.

Cada quién sabía su labor. En concreto, la nuestra era entrevistar a los estudiantes de la academia, conocer qué tiene que decir el ejército a la sociedad. Los soldados sirven al pueblo como los peones defienden al rey al comienzo de la partida. Pero no es esta imagen la que habitualmente se tiene de ellos.

Hoy quiero dar una oportunidad a los que como yo aspiramos a ser grandes comunicadores. Quiero compartir las impresiones de aquellos que forman filas por nuestra seguridad. Impresiones que podrían resumirse con el titular “armas confrontadas”.

Pese a que en numerosas ocasiones vemos al ejército y a los periodistas trabajando de la mano, la sociedad actual desconoce la esencia de dicha relación, bien porque los medios no dan soporte al ejército para que se explique, o bien porque los intereses de las empresas que desgraciadamente se encuentran controlando los medios no consideran relevantes tales noticias.

Entiéndase que en ambas profesiones los individuos van armados y que su misión coincide en velar por las libertades de la sociedad. Es por ello que periodistas y soldados deben trabajar codo con codo. No podemos permitir, comunicadores ni soldados, que se tache nuestra labor de poco profesional, porque no es cierto. Pero para solucionar esta situación es fundamental que dejemos atrás las rencillas pasadas. De nada sirve que nos ataquemos los unos a los otros.

De nada sirve que sigamos disparando a ciegas.

Texto: Josué Prieto.

@OzuPrieto