Un destino con encanto, Bruselas
La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y cada vez son más los que prefieren dedicar estas fechas a viajar. Según indican las estadísticas, uno de los países de la Unión Europea más visitados será Bélgica, como viene ocurriendo en los últimos años. La facilidad de vuelos con compañías 'low cost' y su gran oferta hotelera no deja de lado a ningún turista.
Macarena Jiménez. El país está lingüísticamente dividido, cuenta con tres lenguas oficiales; un 35% de la población habla francés, concretamente en la zona sur y en Bruselas capital, un 60% habla neerlandés en la región de Flandes y el resto habla alemán en la frontera con Alemania. La variedad lingüística y la gran cantidad de culturas que cohabitan a la vez en estos territorios hacen de Bélgica un lugar único y muy atractivo.
Sin duda, Bruselas es la ciudad por excelencia del territorio belga, por ser la capital del país y situarse como lugar cumbre de encuentro para debatir los diferentes asuntos que atañan a los países pertenecientes a la Unión Europea. Muchas de las instituciones de la comunidad europea se localizan en este territorio entre las que destacan el Parlamento y la Comisión Europea. Ambos organismos disponen de visitas guiadas que hacen un tour por sus edificios explicando la distribución de sus empleados, políticos o lugares de congresos, así como la formación de la institución en las veintiocho lenguas pertenecientes a la comunidad.
En el centro histórico encontramos uno de los símbolos más representativos de Bruselas, el Manneken Pis, una estatua diminuta de un niño desnudo orinando en la pila de una fuente de unos 50 centímetros, en torno al cual giran cientos de leyendas.
La ciudad del norte es famosa en gastronomía por su variedad de cervezas, cuenta con más de 450 tipos. Una típica escena belga es la de un grupo de gente tomando un Kriek, cerveza amarga, acompañando con unos mejillones o queso. Además, los más golosos disfrutarán mucho de este viaje, pues Bruselas es conocida por sus esponjosos gofres que se venden a cada esquina de la ciudad.
En el centro histórico encontramos uno de los símbolos más representativos de Bruselas, el Manneken Pis, una estatua diminuta de un niño desnudo orinando en la pila de una fuente de unos 50 centímetros, en torno al cual giran cientos de leyendas.
La ciudad del norte es famosa en gastronomía por su variedad de cervezas, cuenta con más de 450 tipos. Una típica escena belga es la de un grupo de gente tomando un Kriek, cerveza amarga, acompañando con unos mejillones o queso. Además, los más golosos disfrutarán mucho de este viaje, pues Bruselas es conocida por sus esponjosos gofres que se venden a cada esquina de la ciudad.
Los tres lugares más visitados en Bruselas son; la Grand Place, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y espacio que acoge cada año variedad de motivos festivos entre los que destaca la instalación de una inmensa alfombra compuesta por más de quinientas mil flores en el mes de agosto; la obra arquitectónica de André Waterkeyn, Atomium, que representa un átomo de hierro ampliado 165.000 millones de veces; y el Palacio del Cincuentenario, llamativo y espectacular por su arco del triunfo y sus museos interiores.
Bélgica es uno de los países más pequeños, por ello, las excursiones fuera de la capital son más que obligatorias. La mayoría eligen desplazarse a Brujas, Gante y Amberes. A la primera se la ha calificado como la ciudad de cuento o “la pequeña Venecia”, la segunda es famosa por sus numerosos castillos y puentes y la tercera es la ciudad más antigua de todo el país cuyo patrimonio histórico reclama la atención de cualquier visitante.
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