Tacones y balones

Dentro del deporte en general, y del fútbol en particular, existen tantos tipos de aficionados como personas caben en un recinto deportivo. Como se suele decir, cada persona es un mundo y tiene su particular forma de actuar, por lo tanto, generalizar sería injusto. No obstante, vayas al estadio que vayas, siempre te encuentras con algún "modelo tipo" de persona a la que le gusta el deporte: está el que se pone tan nervioso que, a veces, ni mira el juego; el que no se pierde un partido aunque tenga un evento importante como una boda, o el pesimista, al que ninguna jugada parece convencer.

He utilizado el artículo masculino "él" para definir al aficionado, casualidad que me sirve para introducir mi artículo y denunciar los prejuicios que, a veces las mujeres, sufren en el deporte. Fieles aficionadas de cualquier equipo que, desgraciadamente, aún tienen que escuchar frases y comentarios machistas dentro y fuera de un terreno de juego. Y a pesar de estar en pleno siglo XXI, a muchos no les entra en la cabeza que pueden disfrutar y saber tanto o más de fútbol que los hombres. Desgraciadamente muchos de estos pensamientos estereotipados no sólo los sufren las fans, sino también las deportistas, árbitros, periodistas, etc, que aguantan cada jornada comentarios del tipo: "a fregar", "solo vienes al fútbol a ver tíos buenos", "no sabes ni lo que es un fuera de juego" o "solo estás en un medio de comunicación porque eres guapa”.

La mujer vende, eso está claro, y en la televisión una persona atractiva es garantía en muchas ocasiones, no siempre, de mejorar los niveles de audiencia. Y si las integras a un programa deportivo, siempre es una fórmula que funciona. El físico es muy importante, lamentablemente vendes tu imagen, es televisión. Ahora lo que se busca son conductores y conductoras que sean atractivos, buscan un tipo de perfil, y más con las mujeres.

A pesar de que la inclusión de la mujer en el ámbito del periodismo deportivo aún sigue siendo un problema en algunos medios, esta ha luchado por incursionar en esta área desde hace varias décadas. La primera mujer que vinculó su carrera estrechamente con el periodismo deportivo fue Mª del Carmen Izquierdo, que en la década de los 70 comenzó en el diario As y un año después se hizo cargo de la sección de deportes del noticiario 24 horas. 

Como podemos comprobar desde ya hace varias décadas las mujeres han participado en asuntos del periodismo deportivo. En general han tenido que luchar para lograrlo y les ha costado demasiado posicionarse en esta labor. Pero quienes han llegado, en su mayoría, han alcanzado el éxito y han conseguido ganarse al público siendo aceptadas en el área y conquistando a su audiencia con sus comentarios sobre deportes. Actualmente en la mayoría de las cadenas ya sean públicas o privadas encontramos a mujeres al frente de las secciones de deportes, en Antena 3 Ainhoa Arbizu, en Tele5 a Sara Carbonero o en la sexta a Lara Álvarez. Pero si analizamos la cuestión y nos paramos a pensar vemos que todos son mujeres con el mismo prototipo, y seguramente que la mayoría de ellas entiendan sobre el tema que hablan, manejen datos y controlen la información, pero en ocasiones no se les trata como tal.

Hemos dado un gran paso, ya cuentan con nosotras en los temas deportivos, ahora sólo falta creer en las valoraciones, opiniones, comentarios y todo tipo de noticias que vengan de una periodista deportivo porque siempre que controle el tema y tenga claro de lo que habla, sus palabras son iguales de válidas que las de cualquier otro hombre periodista. Esta es una labor muy dura. Día tras día se va creando una imagen estereotipada de las periodistas que se dedican al deporte, y sólo es tarea nuestra y sí, digo nuestra, de todas las mujeres. Hay que luchar por lo que queremos y defender que realmente contamos en el mundo del deporte, y que podemos ser iguales o mejores que cualquier otro hombre que se quiera dedicar a esto. Ese doble rasero debe desaparecer y dejar libremente a las mujeres disfrutar del deporte. Este artículo va para ellas: las que siguen luciendo con orgullo su camiseta, las que luchan por ser profesionales. Las mujeres, que suelen poner en muchos ámbitos de la vida un punto de sensatez y cordura, también deberían ser partícipes y mejorar el rudo mundo del deporte.

Texto: Natalia Lozano

@Natalilozano

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