A raíz de la matanza de 20 niños y 6 adultos en la escuela de Newton, en Connecticut, el diario local del Estado de Nueva York, The Journal Times, publicó un artículo sobre las armas en EE. UU. El artículo incluía un mapa en el que aparecían los nombres y direcciones de todos los propietarios de armas en los condados de Westcheter, Rockland y Putnam, los tres cercanos al centro escolar.
La gente comenzó un intenso debate por la web acerca de si era ético o no publicar los nombres y direcciones de la gente que poseía armas. Por su parte, el blogger Robert Cox publicó otro mapa con todo tipo de información personal de los trabajadores del diario: fotografía de sus casas, cuenta de Facebook, teléfono móvil, número de hijos etc.
The Journal Times se amparaba en la Ley de Libertad de Información (Freedom of Information Act, FOA) por la que, en Estados Unidos, se permite a cualquier ciudadano acceder a los datos públicos que posea el Gobierno norteamericano. Sin embargo, no publicó detalles de los permisos como el tipo o la cantidad de armas, ya que para ello necesitaría una orden judicial.
La gente comenzó un intenso debate por la web acerca de si era ético o no publicar los nombres y direcciones de la gente que poseía armas. Por su parte, el blogger Robert Cox publicó otro mapa con todo tipo de información personal de los trabajadores del diario: fotografía de sus casas, cuenta de Facebook, teléfono móvil, número de hijos etc.
The Journal Times se amparaba en la Ley de Libertad de Información (Freedom of Information Act, FOA) por la que, en Estados Unidos, se permite a cualquier ciudadano acceder a los datos públicos que posea el Gobierno norteamericano. Sin embargo, no publicó detalles de los permisos como el tipo o la cantidad de armas, ya que para ello necesitaría una orden judicial.
Helen Darbishire, directora ejecutiva de la organización sin ánimo de lucro Accedd Info Europe lleva años luchando para lograr la implantación de la ley FOA en España. Sin embargo, no es la primera vez que la publicación de datos públicos origina controversia. En 2007 y también en Estados Unidos, el diario local de Virginia Roanoke Times, publicó un artículo similar y también surgió este dilema.
Otra de las cuestiones que se plantearon fue cómo el medio pudo obtener la actualización completa de la información de cada posesor de armas. Es decir, es posible que alguna persona ya no tuviera un arma o que se hubiese mudado. En estos casos, la única forma posible de verificarlo sería ir preguntando casa por casa y persona por persona, cosa de la que se dudaba bastante en los debates.
¿Qué relevancia tiene el mapa en el artículo? ¿No podrían haber publicado también la gente que no posee armas y así poder realizar una comparativa? ¿O simplemente contrastar las zonas que tienen más armas con las que menos? ¿Dónde está el límite de la publicación de datos públicos sin que uno sea consciente? Todo eso y mucho más me pregunto yo.
Texto y fotografías: Virginia Marnique.
@Runawaysvir
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