Santander Classic Style

El Sardinero, el Paseo Pereda, Puerto Chico, la Avenida de los Castros, Cañadío… ¿Quién no conoce Santander? Santander es bella en todos los sentidos. Santander tiene encanto, ese encanto que te da tranquilidad, desasosiego, calma y a la vez ese punto rebelde que te permite no aburrirte. ¿Queréis descubrir que se encuentra en la ciudad? Pues sigue leyendo.


La primera parada obligatoria son sus extensas playas. El Sardinero, el Camello o los Peligros son algunas de las bonitas costas que delimitan la ciudad del Cantábrico. En cuanto aparecen los primeros rayos de sol, sus playas se llenan de residentes y turistas dispuestos a disfrutar de largos paseos en la orilla del mar.

La historia cuenta que, en el pasado, una de las playas era utilizada por las clases medias y bajas y la otra era usada por las clases altas santanderinas, por lo que había una diferenciación social entre ambas. Hoy en día, ambas playas son muy familiares y son muy concurridas durante el verano, ya que son las más amplias con las que cuenta la ciudad.

Segunda playa del Sardinero.

Si hablamos de edificios emblemáticos, el Casino de la capital cántabra ostenta la primera posición. Como si fuera sacado de la época medieval, en el propio Sardinero, se localiza este gran edifico de color blanco. Continúa a día de hoy con salas de juego, donde acuden algunos curiosos a jugar, así como también es lugar elegido por muchos para sus celebraciones y eventos.

Si seguimos la estela marítima nos encontramos con el gran Palacio de la Magdalena, en cuyos pies se encuentra la famosa playa que da nombre al lugar. Un palacio de cuento, de ensueño, propio del siglo XV que recibe cada día miles de turistas que se dejan envolver por el encanto de esta construcción. A día de hoy, su popularidad es incluso mayor, ya que fue escenario de la famosa serie de televisión Gran Hotel, siendo parada obligatoria para más de un curioso.

Palacio de la Magdalena

Continuando por el largo paseo, vamos a dar a una de las zonas más míticas de Santander: Puerto Chico. Con él, entramos en el Casco Antiguo de la ciudad. En este entrañable lugar, rodeado de veleros y grandes barcos llegamos al emblemático Paseo Pereda que acompaña a la gran extensa Bahía de Santander. ¿Lugares destacados? Podemos comenzar por la plaza Porticada, la plaza del Ayuntamiento o la plaza de Pombo, donde puedes tomar tranquilamente un café en la tradicional cafetería Plaza; sin olvidar la famosa plaza de Cañadio, donde puedes encontrar los mejores sitios para disfrutar de la noche santanderina.

Y si de paradas obligatorias hablamos, no debemos olvidar la famosa heladería Regma. ¿Quién no ha probado sus deliciosos helados? Por no hablar de las ricas palmeras de yema o chocolate o incluso las míticas pastas de té tradicional que degustan el paladar de todo el que las prueba.

Y si Santander es una ciudad bonita, es necesario incluir aquí un lugar no muy conocido por todos. A tan solo 6 km de la ciudad, en una zona llamada Monte, se localiza una de las míticas playas de pescadores, la Playa de la Maruca. A mar abierto y repleta de rocas, es el lugar donde los pescadores acuden cada noche a pescar lo que luego podremos degustar en restaurantes y bares de la zona.

Paseo Pereda.

De Santander se pueden destacar miles de cosas, sitios, imágenes, anécdotas o recuerdos. Estos, son algunos de los múltiples y emblemáticos lugares que tiene Santander. Una Santander, bohemia, distinta, personal y que, sin duda, no te puedes quedar sin visitar.

Texto: Andrea del Barrio

@A_delBarrio

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