Ser militar es aspirar a tener una vida diferente, llena de emociones fuertes y experiencias inolvidables. Es disfrutar de un ambiente de trabajo dinámico donde 120.000 hombres y mujeres tienen la misión de garantizar la defensa, seguridad y bienestar de la sociedad española. Con estas palabras, las Fuerzas Armadas Españolas exhiben en su página web el significado de pertenecer al cuerpo de militares.
La UEMC, en colaboración con la Academia de Caballería de Valladolid, nos ha permitido a los alumnos de 4º de periodismo y comunicación audiovisual disfrutar de un día viviendo como uno más de los militares realizando nuestra función de periodistas pero, en este caso, de guerra.
Desde muy temprano...
Arrancamos a las 9 de la mañana. Llovía y hacía frío. Como cualquier día de invierno, pese a estar ya en mayo. En la Academia de Caballería nos esperaba el teniente para comenzar nuestra jornada. Primero nos dieron una breve descripción de lo que íbamos a hacer, una recreación de la situación que íbamos a vivir. Nos ponemos los equipos casco, chaleco y señal de prensa. Llegó el momento de ponerse en el papel de un periodista en el campo de acción.
Nuestro viaje después de 45 minutos en un Jeep con el conductor y nuestro guía nos llevó hasta la base de operaciones.
Sobre las 11 vivimos nuestra primera recreación de una operación.
El líder de los militares se reúne con el mandamás de los musulmanes para llegar a un acuerdo. Finalmente surgen problemas y se produce un conflicto armado donde el líder militar es perseguido por los musulmanes que le lanzan piedras. Una experiencia peculiar para nosotros, el día a día para ellos. Aunque tan sólo es una recreación, llegamos a sentir el nerviosismo de la situación.
Tras la lucha volvemos al jeep, nos dirigimos al centro de maniobras donde podemos observar las tiendas de campaña militares, una especie de cobertizo que les sirve de comedor y mucho, mucho campo.
A nuestra llegada nos recibió el comandante. Nos enseñaron cómo dirigen las operaciones, cómo planean las maniobras y todas las tareas de mando. Y de nuevo, volvemos a la acción. Esta vez tenemos que hacer una entrevista al líder del ejército para qué nos cuente que ha pasado por la mañana.
Por fin a las 2 de la tarde llegó la hora de la comida y del descanso. Pero aún nos quedaba la jornada de tarde. Un paseo para llegar a la zona donde los profesionales estaban haciendo un check-out, es decir, una táctica para controlar los vehículos que pasan por el camino elegido. De nuevo, vuelta al lugar inicial y tras las correspondientes despedidas, llega el momento de volver a casa.
La UEMC, en colaboración con la Academia de Caballería de Valladolid, nos ha permitido a los alumnos de 4º de periodismo y comunicación audiovisual disfrutar de un día viviendo como uno más de los militares realizando nuestra función de periodistas pero, en este caso, de guerra.
Desde muy temprano...
Arrancamos a las 9 de la mañana. Llovía y hacía frío. Como cualquier día de invierno, pese a estar ya en mayo. En la Academia de Caballería nos esperaba el teniente para comenzar nuestra jornada. Primero nos dieron una breve descripción de lo que íbamos a hacer, una recreación de la situación que íbamos a vivir. Nos ponemos los equipos casco, chaleco y señal de prensa. Llegó el momento de ponerse en el papel de un periodista en el campo de acción.
Nuestro viaje después de 45 minutos en un Jeep con el conductor y nuestro guía nos llevó hasta la base de operaciones.
Sobre las 11 vivimos nuestra primera recreación de una operación.
El líder de los militares se reúne con el mandamás de los musulmanes para llegar a un acuerdo. Finalmente surgen problemas y se produce un conflicto armado donde el líder militar es perseguido por los musulmanes que le lanzan piedras. Una experiencia peculiar para nosotros, el día a día para ellos. Aunque tan sólo es una recreación, llegamos a sentir el nerviosismo de la situación.
Tras la lucha volvemos al jeep, nos dirigimos al centro de maniobras donde podemos observar las tiendas de campaña militares, una especie de cobertizo que les sirve de comedor y mucho, mucho campo.
A nuestra llegada nos recibió el comandante. Nos enseñaron cómo dirigen las operaciones, cómo planean las maniobras y todas las tareas de mando. Y de nuevo, volvemos a la acción. Esta vez tenemos que hacer una entrevista al líder del ejército para qué nos cuente que ha pasado por la mañana.
Por fin a las 2 de la tarde llegó la hora de la comida y del descanso. Pero aún nos quedaba la jornada de tarde. Un paseo para llegar a la zona donde los profesionales estaban haciendo un check-out, es decir, una táctica para controlar los vehículos que pasan por el camino elegido. De nuevo, vuelta al lugar inicial y tras las correspondientes despedidas, llega el momento de volver a casa.
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Texto y fotografías: Elisa Castaño y Mónica Conde.
@7_lizz / @monicondeacebo
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