Prioridades cruzadas

Prioridades cruzadas

Elisa Castaño. Desde el momento en el que el Gobierno lanzó su propuesta para cambiar la Ley del aborto, no han cesado las voces que se han levantado en contra de la misma por ir, según dicen, en contra de los derechos de las mujeres.

No voy a entrar a valorar si esto es así o no, pero llama la atención que sea este el elemento que levante tanta controversia en colectivos que abogan por la reafirmación de la mujer cuando hay situaciones mucho más denigrantes. ¿O qué pasa con que las mujeres, por el simple hecho de serlo, cobren menos que los hombres? ¿Qué es cobrar el 16 % menos que alguien por hacer lo mismo? ¿Eso no es retrógrado? Y eso que estamos en pleno siglo XXI donde nos jactamos de ser más avanzados que en épocas anteriores. Claro, habrá quien diga que eso no es momento de debatirlo, que total, si lleva años así puede esperar.  Mejor malgastemos tiempo en el Parlamento discutiendo si aborto sí o aborto no. O aborto si, pero. Que opiniones hay muchas y variadas. Igualar las condiciones salariales lo podemos dejar para más adelante. Que parece ser, no es tan importante.

Da la impresión de que tenemos nuestras prioridades un poco cruzadas. Como rebaños que no tienen iniciativa nos dirigen sobre lo que tenemos que opinar para cambiar y nos limitamos a colocarnos a un lugar u otro del corral. Pocas voces son las que se levantan  y proponen nuevas decisiones de cambio. Y si no somos nosotros, los que mostramos esa necesidad de cambio, los que, en teoría,nos representan a la hora de tomar decisiones, no lo van a hacer. Ellos van a cobrar igual.

Valga esto para reflexionar si estamos yendo hacia el camino adecuado y sabemos sobre qué luchamos y qué  queremos. La decisión de abortar es importante y una ley que lo ampare o lo condene, también, pero más importante que eso es saber qué va antes. E igualar las condiciones laborales de las personas sin importar qué sea o cómo sea es algo que a estas alturas de la vida, no deberíamos ni replantearnos.

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