Valladolid despide a Pepe Relieve

Adiós con incógnitas a Pepe Relieve

Desde su derribo el 10 de septiembre de 2013, la librería Relieve se convirtió en un pedazo de la historia cultural de Valladolid. Tan sólo seis meses después de ese derribo, José Rodríguez Martín, más conocido como “Pepe Relieve”, su dueño, fallecía en la ciudad del Pisuerga.

La librería más famosa de Valladolid, fundada en el año 1951 en el número 3 de la calle Cánovas del Castillo por Domingo Rodríguez, se convirtió en un referente cultural  tanto dentro como fuera de Valladolid. Después de Domingo, su hermano Pepe tomó el relevo de la librería hasta su demolición. Con la ayuda de su otro hermano, Pablo Rodríguez, se impulsó el dinamismo intelectual de la librería.

En el año 1996 se trasladó a los jardines de la Plaza del Poniente. Gracias a una cesión en precario, es decir, sin título alguno, del Ayuntamiento de Valladolid en favor de José Rodríguez Martín para la ubicación temporal de la librería. Pero ese uso temporal se convirtió en más de quince años al servicio de los lectores siendo uno de los locales más emblemáticos de Valladolid. Pero en el año 2013, el ayuntamiento de la ciudad procedió al derribo del establecimiento como consecuencia del traslado del Mercado del Val a la plaza en la que se encontraba la librería.

Antigua Librería Relieve en Cánovas del Castillo.

El “Grupo Simancas”, un importante grupo de intelectuales y artistas que en el Valladolid de los años sesenta y setenta pretendieron ampliar los límites de la cultura local, comenzó su andadura en esta mítica librería, antes del traslado de varios de sus miembros a Simancas, nombre que adoptarían definitivamente.

Pepe dijo, poco antes del derribo del local, que se dedicaría a este oficio hasta que el cuerpo aguantase. Y creía injusta la desaparición de una librería como la suya por la instalación transitoria de una carpa.

El librero había aceptado la oferta del ayuntamiento para quedarse en la Plaza del Poniente una vez que se trasladase allí el mercado del Val, tras recibir otras propuestas como la Casa de Zorrilla o la Acera de Recoletos. Pero pedía una decoración acorde con el negocio, ya que le iba a tocar compartirlo con pescaderías y carnicerías. Con su fallecimiento, todo son incógnitas sobre el futuro de la librería, aunque él creía que su muerte supondría el fin del negocio, ya que ningún familiar estaba dispuesto a continuar con ello.

Antigua Librería Relieve en plaza del Poniente.

Texto: Pedro Rodríguez.

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